Antonio Severino Pereira
Vieira do Minho 1957
Antonio Severino Pereira escultor portugués de larga y consolidada carrera.
ANTONIO SEVERINO PEREIRA
Siendo niño su familia se trasladó a vivir a Lisboa, allí cursó solo su primera formación porque rehusó a continuar la vía académica optando por una formación autodidacta.
Su primera exposición fue en Lisboa, en 1979, acuarelas y pasteles, continuando los años posteriores con pintura y fotografía. Diez años más tarde tuvo su primera experiencia con el vidrio, en la escuela-taller de Marinha Grande, lugar tradicionalmente vinculado al vidrio en Portugal.
Inmediatamente se da cuenta del potencial plástico del material, más allá de su transparencia y fragilidad, que es lo que atrae a otros muchos artistas. Tal fue su interés por este nuevo material que se empleó a fondo para conocer prácticamente todas las técnicas para trabajarlo, lo que le dio un amplio bagaje para encontrar su propio lenguaje
A principios de los años 90 fue llamado como docente en los talleres del Museè du Verre de Sars-Poteries en Francia, impartiendo clases sobre técnicas variadas como vidrio fundido en moldes, termoformado, pasta de vidrio, etc.
A su regreso a Portugal, establece un taller de vidrio en el pueblo de Janas, cerca de Sintra, donde todavía vive y trabaja.
Sus amplios conocimientos del material y su manera de concebir el arte le llevan a realizar una escultura absolutamente única, de aspecto pétreo al utilizar con profusión la técnica de la pasta de vidrio con material reciclado.
Después de 2000 en sus proyectos fue integrando escultura y pintura, realizando algunos importantes encargos como un conjunto de 13 grabados para conmemorar los 200 años de la muerte del poeta portugués Bocage, que vivió en el siglo XVIII.
En la colección del MAVA contamos con dos obras suyas: "Eva apasionada", obra de 1995, con claras referencias a las venus de época clásica, donada por el artista, y "Dryade", de 2001, adquirida por el museo.
