RENÉ Roubíček

René Roubíček pertenece al grupo de artistas checos que, junto a Stanislav Libenský, Jaroslava Brychtova, Vaclav Cigler, Bohumi Elias y un puñado más, fueron los pioneros del uso del vidrio en obras únicas.

 Fueron lo que hoy llamamos los artistas del Studio Glass Europeo, que ya en los años 40, tuvieron la visión de emplear el vidrio para el arte con un concepto contemporáneo, mucho antes del inicio del Studio Glass americano de los 60.

Renè Roubíček, además, se aleja de la norma checa del empleo del vidrio fundido en moldes para hacer sus esculturas, y desarrolla prácticamente toda su obra con vidrio soplado. Esta técnica  tradicional, empleada en el vidrio artesanal y semi industrial, le permitió realizar grandes instalaciones sumando piezas de mediano tamaño, montadas con un concepto libre y dinámico. Su colaboración con los maestros vidrieros de la fábrica le permitió producir obras de gran formato, como la que presentó en el Pabellón Checo de la famosa Exposición Internacional de Bruselas de 1958, donde estos artistas se dieron conocer al mundo. Desde entonces hasta su muerte en 2018 con 96 años de edad, no dejó de realizar obra, destacando sus piezas de exterior, sus diseños de lámparas por encargo, de fuentes, etc.

Una cuestión relevante destaca siempre en la biografía de Renè Roubíček: sus proverbiales habilidades para la música, de suerte que su carrera musical -no profesional-corrió paralela a la de artista de vidrio. Empezó con el piano cuando era niño y con el clarinete, el saxofón, la guitarra, el acordeón, la gaita y el piano eléctrico, ya de adulto. Las publicaciones recogen que no era extraño oírle tocar Jazz con el clarinete en plena fábrica de soplado. Su carácter alegre y vitalista le impulsaban a ello.

Junto a su esposa Miluse Roubickova, también artista que usaba el vidrio en sus obras, compartió muchos años de trabajo y exposiciones por todo el mundo. Remito a la enorme cantidad de referencias que hay en la red sobre este artista para consultarlas.

Una amplia representación de obras de todas las etapas de la carrera artística de René Roubíček, se encuentra en la colección del Museo de Artes Decorativas de Praga, como prueba de su temprano y constante reconocimiento.

De hecho, con ocasión del cambio de sede al actual edificio, el museo encargó una gran lámpara al artista que pende en el vestíbulo dando la bienvenida al visitante.